El estigma y la vergüenza son la principal causa para no llevar audífonos en España, según el estudio EuroTrak
El primer estudio EuroTrak realizado en España revela que el estigma y sentir vergüenza son el principal freno a la adaptación de los audífonos en las personas con pérdida auditiva, a diferencia de lo que ocurre en otros 13 países en los que se hace esta encuesta. Otros datos diferenciadores apuntan a que aquí se tarda el doble en renovar los aparatos y casi la mitad de las personas con hipoacusia no van al médico o el ORL.
Jordi Serra, presidente de la Asociación Nacional de Audioprotesistas-Audiólogos Protésicos (ANA), ha puesto de relieve que esta agrupación profesional tiene “el mayor interés” en la divulgación de esta información, conseguida con los apoyos de EHIMA, la asociación de fabricantes europeos, fundamental en este ensayo igual que la Asociación Europea de Audioprotesistas (AEA), o también los partners acompañantes que han hecho posible económicamente este estudio, las principales industrias del sector. Para darlo a conocer, han organizado siete webinars durante este verano.
El cuestionario estandarizado empleado en todos los países europeos se ha traducido al castellano, con cinco preguntas específicas como se hace en cada Estado. Y el trabajo de esta encuesta está en manos de expertos en estudios de mercado, Anocum, una agencia que opera con EHIMA desde hace más de una década en 14 países para 30 estudios EuroTrak, desde 2009.
Christian Egger, socio de Anovum, ha explicado en la primera sesión webinars que se ha realizado una selección de muestra representativa de la población con cuotas por edades y género, con todas las regiones representadas, 15.505 personas en la primera parte de la encuesta (sobre 60.000 autoinscritos inicialmente) y, para la segunda parte, buscaron específicamente a 502 usuarios de audífonos y 800 personas con pérdida auditiva, pero que no utilizan esta tecnología. Siempre, la hipoacusia y su grado son los declarados por el encuestado.
Prevalencia y etiología comparativa entre los países
En España, el 11,3% de la población sufre pérdida auditiva y el 36,5% de los que la reconocen utilizan audífonos, o sea, dos de cada tres personas no se benefician de esa opción y eso sitúa a los españoles en la mitad inferior de la tabla en Europa.
Las tasas más altas están en los países escandinavos, con estos aparatos proporcionados gratuitamente a los usuarios.
Aunque hay factores como que muchas personas con hipoacusia piensan que todavía oyen bien en muchas situaciones, «España es el único país de EuroTrak hasta ahora en el que el estigma juega un papel tan importante», según concluye Egger a la vista de estos resultados, en los que sentir «vergüenza» se convierte en la razón determinante para no usar audífonos.
En el «camino» que siguen los hipoacúsicos en España para resolver o no su problema, «perdemos el 19% de las personas con pérdida auditiva porque no van a ver a su médico en primer lugar», ha subrayado el experto de Anovum.
Serra también ha apuntado al 47% de binauralidad, que es una tasa baja y hay margen de crecimiento, al igual que en la baja penetración de la tecnologia audiológica entre la población con pérdida auditiva.
Igualmente, sobre la antigüedad de los audífonos, hay una media de tres años -ya sean primeros o renovados- y cuando el usuario ya los ha cambiado alguna vez, la media de renovación es de seis años -en Europa son tres-, y un 42% de ellos tardan siete o más años, con lo que hay saltos tecnológicos importantes que se pierden para estos usuarios. Otro dato significativo es que solo el 15% de quienes sufren pérdidas leves están adaptados con audífonos, mientras que en las severas y profundas ese porcentaje se eleva al 67% (y en las medias, el 33%).
El difícil “camino” al gabinete
Acerca de ese «camino» que recorre el hipoacúsico, Serra ha sumado al porcentaje de quienes no acuden a su médico de familia o generalista también quienes no consultan tampoco a un ORL o, si lo hacen, ese especialista no les recomienda que hagan nada con su hipoacusia,, con lo que la suma se eleva a un 41%. Incluso superada esa barrera, el 53% de quienes sí se les recomienda, tampoco llega a visitar el gabinete de un audiólogo. De nuevo, la conclusión del presidente de la ANA es que “en concienciación y conocimiento de la profesión queda, pues, mucho campo para crecer”.
Acerca de las repercusiones de la hipoacusia en otros problemas de salud, un 29% lo asocian a la depresión y un 26% con perturbaciones del sueño. Además, quienes han perdido más del 50% de su audición declaran que los audífonos mejorar la calidad de su sueño. Y un 71% reconoce que tardaron demasiado en adaptarse audífonos, por constatar a posteriori un deterioro de su vida social.
A la hora de dar el paso y buscar a un profesional, los gabinetes especializados en audiología son los preferidos, con diferencia, tanto usuarios como no usuarios, el 78% frente a un 10% que prefiere las ópticas. El 67% de los que no tienen todavía audífonos, también acudirían al centro auditivo frente a un 5% en las ópticas.
Un 44% están considerando utilizar el ajuste remoto -además, se trata de datos pre-Covid, recogidos en diciembre y enero- y de quienes lo han probado (el 8%), el 68% de ellos están satisfechos. En cuanto a los amplificadores de sonido y app de amplificación, el 13% de las personas con hipoacusia ya los han utilizado previamente a una adaptación de audífonos. Y entre quienes ya son usuarios de audífonos, ese porcentaje crece hasta el 20%. «Hay que tenerlos presentes» y un 58% los valoran de forma satisfactoria.
No obstante, el grado de satisfacción de los audífonos es mayor y se encuentra en niveles similares al del resto de países y alcanza el 87% cuando son aparatos de antigüedad inferior a tres años. Las horas de uso influyen igualmente en este baremo y quedan ámbitos de mejora. La media es 8,8 horas, aunque un 20% los utilizan menos de tres horas al día. El impacto positivo de los audífonos en sus vidas se deja notar en la comunicación y en sus relaciones sociales, sobre todo.
Las principales razones para no adaptarse audífonos no son económicas (ni el precio, que es la tercera causa), sino el estigma, además de que hay quienes los han adquirido, pero consideran que no resuelven sus problemas. Y sin embargo, esos temores están completamente infundados, tal como reflejan después las respuestas de esta encuesta: el 63% de los usuarios siente que la gente nunca se ríe y tampoco siente estigma una vez que los utiliza, mientras que en los no usuarios ese porcentaje baja al 28% por esos prejuicios sin razones de peso. Por lo tanto, tiene más que ver con el miedo que con la realidad.
Colaboran en esta iniciativa de la ANA las empresas Audio Service, Aural Widex, Beltone, Bernafon, Danavox, GAES-Amplifon, Interton-GN, Oticon, Phonak, ReSound, Signia, Starkey y Unitron.